miércoles, 2 de marzo de 2016

LOS OVNIS

Objeto Volador No Identificado - OVNI.

El acrónimo fue creado para reemplazar al de «platillo volante» y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones aéreas. Aunque autores como Erik von Daniken (1999) o Jacques Fabrice Vallée (1976) han apuntado que los antiguos carros de los dioses o las apariciones y raptos en bosques y pantanos podían ser el equivalente a los relatos ovni actuales, el fenómeno-mito comenzó en 1947, íntimamente vinculado a los medios de comunicación.

Cuando se cruza con nueve discos voladores al sureste de Seattle, el 24 de junio de 1947, Kenneth Arnold no sabe que va a pasar a la posteridad. A su regreso, cuando cuenta su aventura, habla de “platillos” y la expresión “platillos voladores” aparece en los titulares de los periódicos del mundo entero. Su observación inspira confianza, puesto que el tiempo está completamente despejado por encima de las Rocallosas y que el testigo es un ingeniero, piloto experimentado y, por lo mismo, poco inclinado a dejarse impresionar por un fenómeno aéreo natural en pleno día. Lanoticia recorre rápidamente el mundo entero y los Objetos Voladores No Identificados, como se prefiere llamarlos pronto, se transforman en uno de los mas grandes misterios de la segunda mitad del siglo veinte.



Los relatos más antiguos acerca de objetos voladores se remontan a la Antigüedad, pero es durante el curso de la Segunda Guerra Mundial que los testimonios se multiplican; los dos campos hablan entonces de “cazas fantasmas”. En 1946, la primera ola importante de observaciones tiene lugar en Escandinavia. Luego, entre 1947 y 1948, los incidentes son cada vea más frecuentes y tienen un vuelco dramático. Después de la muerte del capitán Manteli, quien fue supuestamente “abatido” por un OVNI, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos se ve obligada a reaccionar. Se nombra enseguida una serie de comités, encargados oficialmente de investigar estos fenómenos, pero de hecho comisionados para demostrar que no son más que el resultado de una ilusión.

martes, 23 de febrero de 2016

EL VERDADERO DRÁCULA

Un príncipe rumano personifica al vampiro.
Desde fines del siglo XIX, con la aparición de la novela Drácula, de Bram Stoker el mito del vampiro se arraigó en la imaginación popular. La figura y el nombre de un antiguo y cruel jefe guerrero de los Balcanes vuelven a rondar las mentes: el príncipe Vlad Dracul. La muerte y la sangre juegan un papel primordial en la imaginación de los hombres, luego no hay que sorprenderse del éxito que encuentra el tema del vampiro, muerto-vivo que vive eternamente chupando la sangre de sus víctimas. Por medio de la horrible criatura, se aborda también el sueño, aunque alterado, de una existencia infinita.




viernes, 19 de febrero de 2016

LAS POSEÍDAS DE LOUDUN

Satanas en el convento... Urbano Grandier, ¿sacerdote y brujo?

En 1634 Francia se vio sacudida por el caso de unas monjas que decían estar poseídas por el demonio. El párroco de la ciudad fue acusado de brujería y quemado vivo en la hoguera


 
En 1626 se fundó en la ciudad de Loudun, 300 kilómetros al suroeste de París, un convento de monjas ursulinas. Eran 17 religiosas, casi todas muy jóvenes, que llegaban para reforzar la presencia del catolicismo en una población donde los protestantes hugonotes eran mayoría. Una de ellas era Jeanne de Belcier, en religión Juana de los Ángeles. Nacida en una familia de la baja nobleza de Poitou, de niña había padecido una enfermedad que la dejó encorvada y de talla diminuta.

A los 20 años ingresó en las ursulinas de Poitiers, y desde su traslado a Loudun reveló un carácter intrigante y ambicioso que la llevó a ser elegida superiora del convento con sólo 27 años. Presas de una verdadera histeria, las diecisiete hermanas del convento de las ursulinas de Loudun gritan que están poseídas por el diablo. Nombran al que hizo entrar en ellas al demonio: Urbano Grandier, sacerdote de una parroquia de la ciudad, en conflicto con la burguesía local. Después de dos años de acusaciones, Urbano Grandier es encontrado culpable de brujería y quemado en la hoguera. Sin embargo, las crisis de posesión de las hermanas no terminan ahí.

jueves, 18 de febrero de 2016

LA BESTIA DE DEVONSHIRE

La huellas eran del mismo tamaño y el paso del mismo largo... ¿LAS HUELLAS DEL DIABLO?

El invierno de 1855 fue rudo en Inglaterra, al punto que la nieve cubría incluso el condado de Cornualles, al oeste del país. La mañana del 8 de febrero, los habitantes de la región del Devonshire que bordea la desembocadura del río Exe descubrieron, con estupefacción e inquietud, largas líneas de huellas en forma de pequeños cascos de caballo. Estas huellas que median diez centímetros de largo sobre siete de ancho, eran extrañas en muchos aspectos. Lo que sorprendió a los innumerables testigos y despertó la atención del público fue su regularidad, su nitidez y, sobre todo, el hecho que estaban todas perfectamente alineadas, como si fueran el resultado de haber saltado sobre una sola pata.



Explicaciones Insatisfactorias.
Sir Richard Owen. Famoso paleontólogo y creador de la palabra dinosaurio, examinó los dibujos de las huellas y declaró, respuesta sorprendente para un científico de su envergadura, que eran el resultado de un grupo de tejones. Otras suposiciones igualmente extravagantes fueron adelantadas; se habló de la obra de un bromista, de un burro, de un canguro escapado de un zoológico, una gran avutarda, sapos, una rata, nutrias e incluso, ¡una liebre coja! Fuera de la hipótesis diabólica, los habitantes de la región se inclinaron más bien por la del burro, sobre todo a causa de la forma de las huellas. Sin embargo, nadie logró explicar cómo el burro en cuestión pudo subir al techo de varias casas o pasar por el borde de una ventana de un tercer piso sin hacerse notar... Los meses pasaron y la bestia no se manifestó más, el caso dejó de aparecer en la primera plana de la prensa. Sólo los especialistas y aficionados a las curiosidades permanecieron intrigados, hasta hoy en día, por este sorprendente misterio. No creen en la tesis más comúnmente aceptada de una superchería montada por alguna mente maliciosa del siglo XIX. Ningún intento de explicación que haga intervenir un solo fenómeno físico o meteorológico es aceptable, en la medida en que las huellas presentaban todas las características de la pisada habitual dejada por un animal dotado de cascos. Aunque, sin embargo, haya tenido una sola pata y haya sido dotado de sorprendentes talentos acrobáticos ¿Cómo sorprenderse entonces de que, casi un siglo y medio más tarde, algunos todavía vean la obra del diablo en persona?


EL CADAVER DE HITLER

Intrigante ENIGMA: Un muerto odiado... Y su cadáver??